EL ANÁLISIS
TRANSACCIONAL
Una “transacción” es
la unidad de comunicación entre dos personas. El Análisis
Transaccional es por tanto el estudio de las comunicaciones entre las
personas. Lo hizo popular el psiquiatra americano Eric Berne, al
publicar en 1964 su libro “Juegos en que participamos” Hay que
empezar por señalar que una persona se relaciona con los demás
desde tres estados distintos de su personalidad: padre, adulto o
niño.
Se dice que se encuentra
en su PADRE cuando juzga, aprueba, felicita, critica o recrimina. Se
puede hablar de Padre nutritivo (“es lo que te conviene”) o de
Padre coercitivo (“si no lo haces así ya sabes que te castigo”).
Es el resultado de las
influencias externas sobre su personalidad. Reproduce especialmente
las conductas y criterios de sus progenitores en los primeros años
de su vida,
Se encuentra en su ADULTO
cuando se informa, estudia, reflexiona, trabaja o informa a los
demás.
Es la parte de la personalidad que se ha formado aprendiendo de las propias experiencias. Además, procesa objetivamente, como un ordenador, la información que recibe, calculando sus posibilidades de ser ciertas sobre la base de su anterior experiencia.
Es la parte de la personalidad que se ha formado aprendiendo de las propias experiencias. Además, procesa objetivamente, como un ordenador, la información que recibe, calculando sus posibilidades de ser ciertas sobre la base de su anterior experiencia.
Se encuentra finalmente
en su NIÑO cuando ríe y cuando llora, cuando se alegra o se
entristece. Existen dos formas de reaccionar: como Niño conformista,
aceptando sumiso la norma, o como Niño rebelde, rechazándola.
Es la parte de la
personalidad que se construye primero, a base de sensaciones y
sentimientos. Se manifiesta con las mismas expresiones que cuando
tenía tres, cinco o siete años. Se podría decir que actúa
espontáneamente.
TODOS SON POSIBLES Y
NECESARIOS
Todos los seres humanos,
incluso los más jóvenes, poseen los tres estados. Pero cuando
observamos a una persona, no la vemos en su totalidad, sólo podemos
ver el estado de su yo en el que se encuentra en ese momento. Por sus
palabras o sus gestos se podrá descubrir en qué estado se
encuentra. Es posible pasar rápidamente de un estado a otro.
Los tres aspectos de la
personalidad tienen un alto valor para la supervivencia. Todos ellos
tienen derecho a igual respeto y a un lugar legítimo en una vida
completa y productiva.
El estado de PADRE
capacita al individuo para actuar como padre o madre de sus hijos.
Pero además, permite que muchas cosas triviales y rutinarias se
hagan ahorrando energía y tiempo, sin intervención del Adulto,
sencillamente “porque es así como deben hacerse”.
Desde el estado de ADULTO
se analizan objetivamente las probabilidades de supervivencia en este
mundo adverso y se establecen las pautas racionales de conducta. El
Adulto regula las actividades del Padre y del Niño.
En el estado de NIÑO
residen la intuición, la creatividad, el impulso de placer. Puede
llegar a ser la parte más valiosa de la personalidad, aunque si el
Niño resulta confuso y malsano, las consecuencias pueden ser
funestas.
La terapia nos ayudara a
tomar conciencia y saber desde que estado nos relacionamos, y como
podemos cambiar los estados sin contaminar al otro ,entenderse ,
mejorarse , y hacer posible que la comunicación y relaciones con los
demás sean de mejor calidad.
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